A diferencia de otras épocas en que el arte público ha estado estrechamente relacionado con las necesidades y aspiraciones de las diferentes culturas y civilizaciones, y que el arte público ha constituido uno de los principales testimonios del desarrollo histórico de los pueblos, hoy vivimos una época muy especial cuyos fenómenos y tendencias amenazan con prescindir del arte u obstaculizar seriamente su realización al exaltar otros valores como la concentración de la riqueza, el poder o las grandes ganancias. Así estamos viendo que se construyen complejos bursátiles, industriales, comerciales, etcétera, donde el arte público es prácticamente inexistente y no se le da un lugar y un valor. Así las cosas, existe un peligro real de que la gran cadena artística de todos los siglos se rompa y no exista continuidad en el arte. Debemos tomar en cuenta que el arte público no se realiza por generación espontánea, sino como producto de voluntades políticas y creativas que lo han hecho posible.

En nuestro país este fenómeno internacional de subestimación a la creación artística también se manifiesta, aunque es justo reconocer que en menor grado, quizá debido a la fuerza del pasado precolombino, colonial y del movimiento muralístico mexicano, pero el peligro real de la desaparición del arte público es persistente.

De allí la importancia de analizar constantemente las condiciones del desarrollo de las artes visuales, de buscar nuevas alternativas y propuestas, de no dejar que decaiga nuestra creatividad y huir del conformismo y la autocomplacencia. Sigamos desarrollando nuestras alternativas y propuestas que han surgido en nuestra lucha por la permanencia y vigencia del arte público con técnicas más económicas y perdurables como relieves en cemento y arena, mosaico mexicano, grano de mármol, esculturas huecas, etcétera.

Creadores de Arte Publico de México, debe ser un instrumento que nos permita la reflexión colectiva, el análisis y la evaluación constante de nuestro trabajo con un estilo correcto que evite cualquier tipo de ataque personal, que propicie el intercambio de experiencias, y la superación personal y gremial. Debemos luchar por mantener un alto nivel de valores éticos y morales que resultarán bastante positivos para nuestro trabajo artístico. Lograr la máxima calidad en nuestras obras, como un propósito y logro permanente. La calidad es un elemento importante para el reconocimiento de un creador, hagamos de nuestra asociación un valioso instrumento para el análisis y la emulación.

Por otra parte, nuestra asociación es una valiosa herramienta práctica que nos permite a los creadores visuales tener una representación social, jurídica, poder realizar obras, establecer contratos, convenios, recibir donativos de bienes muebles e inmuebles o de diverso género, intervenir en las políticas culturales o la enseñanza del arte público. Pero sobre todo es un instrumento que nos permitirá mejorar las condiciones para la constante realización de obras de arte público para un número cada vez mayor de compañeros de gremio.

Revista El Centavo, núm. 216.